La violencia no llegó a Madrid, pero se quedó en Argentina. Los festejos del título de River Plate en las distintas ciudades y provincias argentinas se vieron manchados por un hecho de sangre lamentable.

Exequiel Aarón Neris, un joven de 21 años, hincha de River Plate, salió a las calles de Posada, en la provincia de Misiones, a festejar el sublime triunfo de su equipo, pero su vida fue apagada por esa eterna y lamentable violencia entre las barras. Sus asesinos fueron hinchas de Boca Juniors.

La madre del aficionado, Lucía Ramona Neris, fue la encargada, en medio de su dolor, de relatar las últimas palabras que le dijo su hijo, antes de fallecer.

"Me atacaron por festejar el partido, por ser hincha de River", fueron las primeras palabras de la victima a su mamá.

La progenitora fue clara en decir que su hijo no tuvo oportunidad de defenderse ante los ataques a puñal de sus victimarios.

Además, Exequiel, estaba en desventaja física, ya que había sufrido un accidente en su moto hace varios meses.

"No tuvo chances de defenderse porque todavía estaba en proceso de recuperación a causa de un accidente con su moto que lo obligó a pasar por el quirófano para reconstruir una de sus piernas", agregó la madre del joven a la página web Primeraedicion.com.ar.

La fina de la Copa Libertadores fue una fiesta, en el Santiago Bernabéu. River le ganó a su clásico rival, quedó en la historia, pero la crisis social en su país no murió, al contrario aumenta con el pasar de los días y Exequiel fue una nueva víctima.

"Mataron a mi hijo, apenas caminaba, se había operado y tenía tres clavos en una pierna porque se cayó de la moto hace pocos meses. Acababa de rendir uno de los exámenes para entrar al Servicio Penitenciario Provincial, era muy joven y disfrutaba jugar al fútbol, era el único de River de mis hijos y no tenía problemas con nadie en el barrio, menos por fútbol", expresó Lucía Ramona Neris, en medio de un dolor insuperable.

Las autoridades argentinas capturaron a dos sospechosos. No sé sabe qué ocurrirá con ellos hasta el momento.

Argentina sigue siendo un país dañado a nivel social. Ganar o perder se volvió de vida o muerte. Los barras bravas no viajaron a Madrid, pero se quedaron en su país y le quitaron la vida a un joven, que solo salió a festejarun título con unos amigos. Lamentable.